sostenibilidad corporativa

2013-03-05 17.50.23Cada vez más, los clientes -incluso si se trata de una multinacional o de un artista superventas- están exigiendo a los diseñadores que les brinden soluciones de diseño que sean respetuosas con el medioambiente y comprometidas con la sociedad. Gracias a las innovaciones que se han producido en lo tocante a los materiales y los procesos de producción, hoy en día el compromiso ecológico y social del diseño gráfico no tiene por qué comprometer su estética ni tiene por qué ser más caro.

El libro SOSTENIBLE. Un manual de materiales y aplicaciones prácticas para los diseñadores gráficos y sus clientes, escrito por Aaris Sherin, explora la forma en que los procesos de impresión y producción de papel pueden mostrarse respetuosos con el medioambiente. Analiza las teorías más destacadas acerca de la sostenibilidad y nos presenta el ejemplo de varias empresas que están desarrollando productos innovadores en ese sentido. Configura un marco práctico para adentrarse en el diseño gráfico sostenible y nos desvela las estrategias para incorporar con facilidad nuevos métodos de producción a las prácticas de trabajo ya existentes. (texto en contraportada)

2013-03-05 17.06.50

La lectura de este libro, orientado hacia la sostenibilidad en el diseño y publicidad, va dejándonos breves pero importantes pinceladas sobre las tendencias empresariales conscientes de los beneficios medioambientales, sociales y económicos a largo plazo que conlleva el trabajar con criterios de sostenibilidad. El ejercicio del diseño sostenible no consiste sólo en hacer lo correcto; es también una forma de aprovechar un mercado emergente, esforzándose por integrar los ideales sociales y medioambientales como parte de los valores esenciales de una marca.

«El hecho de respetar el medio ambiente y mostrar responsabilidad social puede incrementar la rentabilidad de una empresa.»

No tiene mucho sentido establecer una distinción rígida entre diseño con conciencia social y diseño con conciencia medioambiental, ya que la sostenibilidad requiere la mezcla de ambos.

Además, como cada vez hay más consumidores que tienen en cuenta -al menos en parte- los valores de las compañías, para los empresarios puede resultar tentador promocionar a bombo y platillo su compromiso con causas medioambientales o sociales simplemente con la esperanza de mejorar su balanza de resultados.

7sins1

El término green washing designa la actividad de marketing o relaciones públicas de una organización destinada a crear una imagen falsa de implicación con temas de Medio Ambiente para un producto, servicio o práctica no sostenible. Para combatir esta práctica, hay que centrarse en la transparencia, la sinceridad y la honestidad, cualidades que los clientes deberían buscar en las marcas, productos y servicios que utilizan, adquiriéndolos en base a una combinación de datos objetivos documentados, conocimiento y curiosidad.

Es fundamental crear y/o buscar empresas que informen de manera transparente de todas sus actividades empresariales y que dispongan de planes futuros para incrementar sus iniciativas sociales y medioambientales. Un método más o menos seguro para garantizar decisiones de compra responsables, tanto para los fabricantes para los consumidores, son las certificaciones y etiquetas medioambientales, que garantizan que los productos o procesos de fabricación cumplen una serie estricta de criterios.

No existe un modo exclusivo de trabajo sostenible. Éste depende de las condiciones locales, de los recursos disponibles y de las especificaciones de cada trabajo en particular. Los proyectos que se producen bajo la etiqueta de verde, sostenible o ecológico no tienen por qué diferenciarse del resto en su diseño; el uso de estas denominaciones es de hecho lo único que permite al consumidor saber si algo se ha fabricado mediante prácticas industriales preferibles con conciencia social.

Si hemos de vivir de forma sostenible, debemos aplicar los principios básicos de sostenibilidad a todo lo que hagamos; y todo lo que hagamos debe ser susceptible de mejora mediante la aplicación de dichos principios. Debemos a aprender aplicarlos a nuestro trabajo. Ésta es la tendencia, y las empresas que no los sigan pueden quedarse atrasadas. Hoy en día somos testigos de una sociedad que espera, cada vez más, que las empresas tengan principios éticos y que los manifiesten.

«Un primer paso fundamental es comenzar a hacer las cosas un poco menos mal.»

Desde el momento en que nuestro proyecto comienza a tomar forma y se va trabajando de forma conjunta con los clientes y proveedores hasta llegar a un resultado final, es necesario que se atiendan unos principios básicos:

1) Respetar y cuidar el medio ambiente.
2) Mejorar la calidad de vida en la comunidad.
3) Evaluar los gastos de elaboración, así como los gastos futuros.
4) Minimizar el agotamiento de los recursos no renovables.
5) Cambiar las actitudes o hábitos personales para ajustarse a la capacidad del planeta.
6) Y por supuesto, trabajar con profesionales adecuados a nuestra forma de actuar. No tiene mucho sentido ahorrar unos cuantos árboles utilizando papel reciclado si el cliente con el que trabajas se dedica a destrozar el medio ambiente.

Educacion

Finalmente, debemos destacar la importancia de la incorporación del pensamiento sostenible a los programas de educación, lo que llevará a adquirir conocimientos, competencias, actitudes y valores necesarios, y así adoptarlo de forma generalizada en el ejercicio profesional futuro.

Tal como dice la Unesco, educar para el desarrollo sostenible significa incorporar los temas fundamentales del desarrollo sostenible a la enseñanza y el aprendizaje, por ejemplo, el cambio climático, la reducción del riesgo de desastres, la biodiversidad, la reducción de la pobreza y el consumo sostenible. Asimismo, la E.D.S. exige métodos participativos de enseñanza y aprendizaje que motiven a los alumnos y les doten de autonomía, a fin de cambiar su conducta y facilitar la adopción de medidas en pro del desarrollo sostenible.

Por consiguiente, la E.D.S. promueve la adquisición de competencias tales como el pensamiento crítico, la elaboración de hipótesis de cara al futuro y la adopción colectiva de decisiones. La E.D.S. exige cambios de gran calado en los métodos pedagógicos que se aplican actualmente.


Fuentes:
Aaris Sherin SOSTENIBLE. Un manual de materiales y aplicaciones prácticas para los diseñadores gráficos y sus clientes
Blog Diseño Gráfico Sustentable
Unesco – Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS)

Las imágenes publicadas en este blog se han obtenido de internet con la intención de recopilar información pública de la red con fines divulgativos y culturales. En caso de que existiera algún texto o fotografía publicado sin permiso del autor o que infrinja derechos de copyright, por favor, rogamos que nos lo comuniquen a la dirección de contacto de la web para retirarlo inmediatamente.

2 comentarios sobre “sostenibilidad corporativa

  1. Hola Jose Manuel.
    Aunque era casi palpable en muchas organizaciones y empresas, no conocía el término en sí, «green washing». Yo confío en que cada vez vaya a menos. La mentalidad de la sociedad está cambiando y el giro hacia una mayor transparencia de las grandes corporaciones se tiene que dar, tarde o temprano. Si no lo hacen, caerán empicadas, ya que la nueva generación de empresas, en su mayoría, llevan la transparencia de serie. Hablo de transparencia, porque cuando ésta se da, es mucho más fácil saber quien produce de manera sostenible y quién se inventa que produce de tal manera.
    Con respecto a las certificaciones y sellos de garantía sostenible, me parecen un buen punto de partida. El economista Christian Felber, en su teoría de la Economía del Bien Común, habla también del etiquetado de productos según su forma de producción. Te dejo la referencia por si no la conocías, ya que guarda relación, en parte, con tu post.
    Esta vez me he arrancado a dejar un comentario, sobre todo con la excusa de felicitarte por el blog :)
    Un saludo

    1. Te agradezco tu comentario, Emilio!

      Como bien dices, creo que estamos en ese momento clave en el que el «usuario» quiere un producto o un servicio que, además de incorporar principios sostenibles y/o ecológicos, no sea perjudicial en sí mismo. Y las empresas parece que están apuntando en esa dirección.

      El problema quizá es que hay tantos factores a tener en cuenta, que a veces uno se pierde, y la publicidad ayuda bastante a este desconcierto. Muchas empresas anuncian sus beneficios sociales y medioambientales, mientras intentan disimular o, directamente, ocultar sus perjuicios.
      Y una buena manera de combatirlo es confiar en la supervisión de los organismos que controlan las certificaciones.

      Por otra parte, gracias por la sugerencia. Recuerdo el programa Salvados titulado «Reiniciando España», en el que mencionaban la Economía del Bien Común como modelo a seguir para regenerar la economía y las empresas.

      Saludos!
      JOSE MANUEL

Deja un comentario